Las actividades con una estructura simple (p. ej., en las que los jugadores se mueven) también los ayudan a concentrarse mejor en la meta y el contenido de la actividad. Las actividades con una estructura compleja, por otra parte, obligan a los jugadores a centrar su atención en adaptarse a la estructura, en lugar de concentrarse en los aspectos clave.

En las actividades complejas, con frecuencia los entrenadores ofrecen comentarios, principalmente respecto de la estructura de la actividad (p. ej., en la cual los jugadores se mueven después de pasar el balón) en lugar de concentrarse en los puntos de enseñanza que el diseño de la actividad recalcará.

El entrenador puede variar la dificultad de una actividad introduciendo reglas que los jugadores deberán acatar, que se centren en los puntos de enseñanza.

Por ejemplo, si el objetivo de una actividad es que los jugadores boten usando la mano no dominante, el entrenador puede usar un juego de 3 contra 3 de mitad de cancha en el cual el objetivo exclusivo sea botar con la mano no dominante. Si el jugador bota con la mano dominante, el equipo pierde la posesión del balón. Este es un ejemplo de una "regla de trabajo". De esta forma, los jugadores prestarán más atención a la meta de la actividad.

Si bien las actividades que usen una estructura simple ayudan a los jugadores a concentrarse en la meta, aplicar la misma actividad una y otra vez genera menor motivación y concentración. Por este motivo, es buena idea variar las actividades cambiando la estructura o las metas, o ambas.

Si después de una actividad se realiza otra que es similar a la primera en cuanto a la meta o la estructura, los jugadores estarán mejor preparados mentalmente para realizar la segunda, especialmente si el nivel de atención necesario aumenta progresivamente.

Por ejemplo, el entrenador puede comenzar una actividad con una única meta y una cantidad limitada de estímulos y luego, sumar complejidad progresivamente. Por ejemplo, desplazarse por las siguientes actividades:

1

En parejas y en un espacio reducido, con un balón por pareja. Los jugadores solo pueden moverse sin el balón y pasárselo unos a otros. El jugador que recibe el balón debe enfrentar la canasta mientras que el jugador que lo pasó debe cambiar posición de inmediato.

2

Situación de 2 contra 2, jugando en un área mayor pero aun así limitada. Los jugadores ofensivos se liberan para recibir el pase. Si los defensores roban el balón, cambian a modo ofensivo y el ataque cambia a defensa. El objetivo sigue siendo que los jugadores miren hacia la canasta al recibir el balón y cambien de posición tan pronto como realicen el pase.

3

Ahora, los jugadores pasan a otra actividad, y mantienen una estructura similar pero con una meta diferente. El juego es aún de 2 contra 2, pero ahora la meta es anotar haciendo tiros en bandeja con la mano izquierda.

4

Los jugadores realizan otra actividad, mantienen la misma estructura y combinan las dos metas anteriores. De 2 contra 2, los jugadores deben realizar al menos tres pases antes del tiro en bandeja. El jugador que recibe un pase debe enfrentar la canasta y el jugador que efectúa el pase cambia de inmediato a otra posición; los jugadores solo pueden anotar usando tiros en bandeja con la mano izquierda.

5

Por último, los jugadores cambian a otra actividad con las mismas metas pero sumando más estímulos, por ejemplo, un juego de mitad de cancha de 4 contra 4. Los jugadores que reciben el balón deben mirar a la canasta; los jugadores que realizan pases deben cambiar de posición de inmediato. El equipo debe realizar al menos cinco pases antes del tiro en bandeja y solo puede anotar haciendo uso de tiros en bandeja con la mano izquierda.

Organizar actividades en las que los jugadores compitan entre sí o contra ellos mismos es una forma de aumentar la motivación y la concentración, siempre que cuenten con la suficiente cantidad de recursos para lograr el éxito. A continuación se incluyen algunos ejemplos:

  • Divida el equipo en cuatro grupos, dos en cada canasta. Observe qué grupo realiza más tiros en bandeja con la mano izquierda en tres minutos.
  • Divida el equipo en grupos de tres jugadores cada uno. Cada grupo ejecuta pases de pecho corriendo de una canasta a la otra (al menos tres o cuatro pases) y finalizando con un tiro en bandeja. Cada canasta lograda vale dos puntos, y se quita un punto con cada pase no completado. El ejercicio deberá durar tres minutos; el objetivo es ver qué equipo marca más puntos. La segunda fase repite el mismo ejercicio pero el objetivo es ver qué equipo puede mejorar el puntaje de la primera fase.
  • Dos jugadores juegan 1 contra 1 (con reglas de trabajo específicas) hasta que uno logre encestar tres veces.
  • Divida el equipo completo alrededor de todas las canastas disponibles. Los jugadores trabajan en parejas y realizan tiros simultáneos (el jugador que lanza luego hace rebotar el balón y lo pasa al otro jugador que está esperando, etc.). En tres minutos, deben realizar la mayor cantidad de canastas. Al final del límite de tiempo, se registran los puntos. Periódicamente (una o dos veces por semana), se puede repetir este ejercicio para establecer si los jugadores pueden mejorar el puntaje máximo y marcar un nuevo récord.

Si se usan correctamente (estableciendo dificultades que realmente se puedan superar) y no se emplean con demasiada frecuencia, estos ejercicios competitivos aumentan la motivación e incorporan en las sesiones de entrenamiento un elemento importante al entrenar a jugadores jóvenes: habituarlos a competir.

Divertirse es esencial, especialmente en el caso de los jugadores jóvenes. Al entrenar a jugadores de corta edad, el objetivo principal del entrenador debería ser que los niños se diviertan.

Realizar actividades divertidas no se debe confundir con permitir que cada jugador haga lo que desee o que se esfuercen solo cuando quieran. Los ejercicios divertidos son aquellos que resultan atractivos para los jugadores en un entorno relajado y no estresante que permita que el jugador se sienta cómodo y pase un buen rato, pero también deben tener un propósito, reglas de trabajo y exigir cierto nivel de rendimiento.

Por ejemplo, una actividad divertida para un equipo de mini básquetbol podría ser que un grupo de jugadores tenga el balón en la zona (de tres segundos); deben botar su balón e intentar derribar el balón de los otros jugadores sin perder el suyo. El último jugador que sigue botando en la zona de zona (de tres segundos).

En este tipo de actividad, los jugadores trabajan en un entorno relajado y se divierten, pero la actividad tiene un propósito, reglas de trabajo y requiere un grado de rendimiento, lo cual la hace doblemente útil: los jugadores disfrutan el momento y trabajan en objetivos que son importantes para su desarrollo como jugadores.

Transferencia de habilidades entre actividades

Cuando el objetivo de la sesión de entrenamiento consiste en aprender habilidades técnicas o tácticas, aun así el entrenador debe incluir actividades breves para que los jugadores tengan la oportunidad de poner en práctica las habilidades.

Básicamente estas actividades constan de incorporar más estímulos de modo tal que los jugadores deban concentrarse en más que tan solo la habilidad que están aprendiendo. Si, cuando se enfrentan a esta situación más compleja, los jugadores no ponen en práctica las habilidades que han estado aprendiendo, indicará que dichas habilidades aún no se han dominado lo suficiente y, en consecuencia, que los jugadores todavía necesitan trabajo específico en un área determinada.

Por ejemplo, si en una actividad anterior los jugadores tenían la meta de aprendizaje de realizar tiros en bandeja con la mano izquierda. Trabajaron en mitad de cancha en un juego de 2 contra 2 durante el cual solo podían hacer tiros en bandeja con la mano izquierda.

En el ejercicio de prueba, el entrenador organiza una actividad de cancha completa de 4 contra 4 (más estímulos y, en consecuencia, mayor exigencia) y observa para detectar si los jugadores realizan tiros en bandeja con la mano izquierda cuando tienen la posibilidad o si continúan usando la mano derecha. En el último caso, el entrenador puede concluir que la meta de realizar tiros en bandeja con la mano izquierda aún necesita entrenamiento más específico.