Cuántos jugadores hay en el equipo obviamente dependerá de la cantidad de jugadores disponibles y también puede estar determinado por el número máximo permitido en la competición o posiblemente por los requisitos del club o la escuela.

Cuando entrena jugadores jóvenes, el entrenador debe tener en cuenta los siguientes aspectos:

  • todos los que tengan interés deberían poder jugar; si fuese necesario, se pueden formar dos o más equipos para que todos tengan una oportunidad;
  • debería haber suficientes jugadores por equipo para permitir que las actividades se realicen en las condiciones correctas, pero no tantos que dificultasen la participación de todos los jugadores;
  • el nivel de los jugadores en el equipo debería ser similar. Esto es mucho más beneficioso para todos los jugadores que si se incluyen jugadores de diferentes niveles en un equipo;
  • jugar con amigos es uno de los factores que más motiva a los niños a jugar un deporte en equipo. Por lo tanto, si es posible, los equipos de Minibasket (y a veces los equipos conformados por adolescentes de 13 y 14 años) deberían formarse con jugadores que ya compartan otras actividades. 

Establecer expectativas

Los entrenadores necesitan considerar un amplio abanico de factores para determinar qué compromiso exigirán de parte de sus jugadores. Las siguientes son algunas consideraciones:

  • ¿Durante qué meses se desarrolla la actividad?
  • ¿Cuántos días por semana entrenará el equipo? ¿Cuántos partidos se jugarán?
  • ¿Los partidos se juegan los fines de semana?
  • ¿Los jugadores tendrán que viajar?
  • ¿Qué compromisos escolares es probable que tengan los jugadores?

Solo puede pretenderse que los jugadores dediquen al equipo una cantidad de tiempo razonable, ya que también deben tener tiempo para la escuela, otros deportes o actividades que hagan, como así también para los amigos y la familia. Es posible que algunos también tengan obligaciones laborales.

Muchas de estas cosas pueden estar fuera del alcance del entrenador y el jugador, mientras que es posible que otras sean una opción que el jugador puede decidir. Cualquiera sea el compromiso que exija el entrenador, este debe asegurarse de que todos los jugadores (y sus familias) lo comprendan.

Si las obligaciones de los jugadores no están lo suficientemente claras o el entrenador establece obligaciones que todos o algunos de los jugadores no están dispuestos a cumplir, en algún momento esta situación creará un serio problema que afectará el modo en que funciona el equipo.

Para determinar qué compromiso se exige, el entrenador debe establecer obligaciones adecuadas para este equipo y no simplemente copiar reglas de otro equipo.

El compromiso exigido debe ser razonable, basado en la edad y otras características de los jugadores; y lo más importante es que una vez que el atleta acepta el compromiso, se pretende que él, y su familia, lo cumplan.

Por eso, no es correcto definir un compromiso sino luego permitir que los jugadores entrenen o jueguen solo cuando tengan ganas o cuando no tengan otra cosa que hacer.

En muchos casos, sería buena idea que el entrenador conversase con los jugadores y sus padres y los involucrara en las decisiones relacionadas con el compromiso que busca. Si todas las partes participaran en la decisión, los jugadores deberían sentirse más comprometidos.

Una vez se ha definido el compromiso exigido, este debe aplicarse a todos los jugadores y al entrenador.

Elección de las reglas de equipo

Establecer reglas de equipo es un elemento clave en la organización de un equipo. Las reglas no deben ser largas, pero son importantes para definir la cultura y el comportamiento aceptado para el equipo.

Establecer estas reglas desde un principio puede prevenir que luego surjan problemas y proporciona además un marco para tratar cualquier problema que efectivamente surja.

El compromiso exigido a los jugadores es un componente importante de las reglas de equipo, pero es solo una parte de las reglas.

Para que sean efectivas, las reglas deben ser pocas y muy precisas, deben estar claramente definidas y no deben generar dudas, interpretaciones arbitrarias ni conflicto al aplicarlas.

Deben ser apropiadas para las circunstancias y el nivel exigido de cada equipo, teniendo en cuenta el nivel de compromiso asumido por los jugadores o el nivel que razonablemente puede esperarse de ellos.

Por ejemplo, se pueden establecer ciertas reglas de trabajo tales como estar listos puntualmente para comenzar el entrenamiento, llegar a los partidos una hora antes y con la indumentaria correspondiente, turnarse para recoger los balones al final de la práctica, etc.

También se pueden definir reglas para los equipos de mini básquetbol relacionadas con la participación en los partidos. Por ejemplo, se puede establecer un sistema de rotación para que todos los niños jueguen un número mínimo de partidos a lo largo de la temporada y una mínima cantidad de tiempo en cada partido.

Para estos equipos también puede ser conveniente establecer reglas que regulen el comportamiento de los padres, explicando las razones por las mismas.

Por ejemplo, no deberían indicarles a los niños qué hacer durante los partidos o cuando están sentados en el banquillo con el equipo. Los jugadores jóvenes a menudo se sienten contrariados si deben "elegir" entre lo que dice el entrenador y lo que sus padres dicen.

Los entrenadores deberían considerar tener reglas de equipo en relación con los siguientes aspectos:

  • las expectativas en relación al espíritu deportivo de jugadores y espectadores;
  • la filosofía sobre "el tiempo de partido" (p. ej., todos juegan por igual, todos juegan todos los tiempos, se juega para ganar, lo que significa que es posible que algunos jugadores no jueguen algunos partidos, etc.);
  • cómo los jugadores deben mantenerse en contacto con el entrenador (en especial en relación a una ausencia);
  • los compromisos de horarios (ej., cuándo llegar a los partidos o la práctica).

Tener políticas organizadas, bien escritas y claramente explicadas hará que sea menos probable que las reglas se rompan (porque los jugadores saben cuáles son), y también hará que sea más fácil lidiar con una situación en la que no se cumplieron.

Para un equipo juvenil, el entrenador debería al menos establecer reglas en relación a lo siguiente.

  • La práctica:
    • ¿Cuándo entrena el equipo?
    • ¿A qué hora deben llegar los jugadores?
    • ¿Qué indumentaria usan para las sesiones de práctica?
    • ¿Cómo y cuándo se pone en contacto un jugador si no puede asistir a la práctica (p. ej., a través de un mensaje de texto, un correo electrónico, una llamada telefónica al entrenador)?
    • ¿Cuáles son las consecuencias si un jugador no asiste a la práctica (ej., no será titular el próximo partido)?
    • ¿Los jugadores lesionados o enfermos deben asistir a la práctica? Si asisten a la práctica, ¿qué deben hacer? Por ejemplo, un entrenador puede tener una "rutina de ejercicios para jugadores lesionados" o querer que estén con él durante el entrenamiento.
  • Los partidos:
    • ¿A qué hora deben llegar los jugadores a los partidos?
    • ¿Qué indumentaria usan los jugadores en los partidos?
    • ¿Cómo y cuándo se pone en contacto un jugador si no puede asistir a un partido?
  • Respeto y buen trato:
    • Estándar de comportamiento esperado entre compañeros de equipo
    • Estándar de comportamiento que debe observarse hacia los árbitros y los rivales
  • Viajes (si corresponde):
    • ¿Cómo se realiza el viaje (p. ej., en ómnibus, individualmente)?
    • Reglas de alojamiento (toque de queda, actividades extradeportivas, ropa sucia)
    • Lo que proporciona el club (p. ej., comidas) y lo que corre por cuenta de los jugadores
    • Política de fumar y beber alcohol. En el caso de jugadores juveniles no debería permitirse fumar ni beber alcohol.
  • Disciplina:
    • ¿Cómo se harán cumplir las reglas de equipo? (¿Tiene el club un método en uso?)
  • Valores:
    • Qué valores sostienen las relaciones dentro del equipo y el modo de jugar (p. ej., honestidad, integridad, perseverancia).