Muchos jugadores dominan la recepción sin que su entrenador de baloncesto les enseñe a hacerlo; sin embargo, el entrenador no debe asumir que todos los jugadores pueden recibir bien y deben estar preparados para enseñar cómo hacerlo o corregir cómo lo hacen los jugadores.

La importancia de la recepción no se puede exagerar: no solo porque errar la recepción generalmente significa perder el balón, pero también porque no recibir bien puede afectar la habilidad del jugador para lanzar, botar o pasar con eficacia.

Fundamentos de la recepción

Primero se debe enseñar a los jugadores a recibir el balón con ambas manos usando la siguiente técnica:

  • los dedos extendidos hacia arriba;
  • los pulgares enfrentados;
  • las palmas mirando hacia el balón, con las manos en una posición cómoda a la altura del pecho;
  • el jugador debe dejar que el balón venga a sus manos;
  • al atrapar el balón, los dedos pulgares e índices estarán detrás del balón. Los otros dedos quedarán a los lados.

El jugador debe mantener la vista en el balón hasta que esté en sus manos. Es posible que las manos se aproximen al cuerpo al recibir el balón, ya que absorben el impulso del pase.

Problemas frecuentes al atrapar el balón

Frecuentemente se observan varios problemas, en particular cuando se entrena a jugadores de corta edad.

  1. No tener las manos detrás del balón. Es normalmente característico de cuando el jugador junta las manos al intentar atrapar el balón en un movimiento tipo aplauso. A menudo implica que los dedos del jugador están apuntando hacia el balón, lo que puede derivar en una dolorosa lesión si el balón los golpea.
  2. No mantener la mirada en el balón. Algunos jugadores no miran a el balón (y hasta incluso cierran los ojos), lo que hará que las manos no estén en la posición correcta para recibirlo. Esto sucede en particular si el jugador ya se lastimó los dedos previamente al intentar atrapar el balón.
  3. Manos o dedos demasiado juntos. Si las manos de un jugador joven están muy cerradas, el balón tenderá a golpear contra las manos, ya que el jugador no alcanzará a sujetarla.
  4. Dedos apuntando al balón. Este error se observa comúnmente cuando el jugador “da una palmada” para llamar la atención del pasador y, en consecuencia, tiene sus manos muy juntas. Se debería alentar a los jugadores a usar su voz para llamar la atención del pasador y mantener las manos en una buena posición de recepción.

Enseñar la técnica de recepción

Una vez que el entrenador ha explicado los puntos clave de la recepción, es posible que todo el "entrenamiento" necesario sea dar a los jugadores muchas oportunidades para practicarlo. Recuérdeles la técnica correcta según sea necesario (p. ej., "muestra tus manos", "los dedos arriba", etc.). Se puede hacer mayormente "sobre la marcha", sin necesidad de detener las actividades.

Sin embargo, es posible que con algunos jugadores el entrenador deba hacer más para enseñar la técnica de recepción.

  • "Ejercicios de Maravich": hay un sinnúmero de ejercicios de manejo del balón que a menudo llevan el nombre del gran jugador de la NBA Pete Maravich. Lo importante es que los jugadores se acostumbren a controlar el balón en sus manos, lo que es particularmente relevante para los jugadores de corta edad que tienen manos pequeñas. Los siguientes son algunos ejemplos:
  • "Fajas": pasar el balón alrededor del cuerpo (cintura, cuello o rodillas) desde una mano a la otra. Se puede alentar a los jugadores a hacerlo tan rápido que se les caiga el balón. Girar el balón en ambas direcciones.
  • Bote aéreo: sostener el balón con una mano, lanzarla hacia arriba y atraparla con la misma mano. Se puede comenzar con lanzamientos bajos y avanzar a lanzamientos altos y con ambas manos a la vez.
  • Número 8: mover el balón alrededor de una pierna y luego de la otra dibujando un número 8. Los jugadores pequeños pueden empezar haciendo rodar el balón siguiendo este dibujo y avanzando para pasarlo de una mano a la otra.
  • Atrapada dura: sosteniendo el balón con las dos manos, el jugador lo lanza contra el suelo lo más fuerte que puede y lo atrapa inmediatamente con ambas manos.
  • Forcejeo: un jugador sostiene el balón con ambas manos a la altura del pecho, de frente a su compañero de equipo (o entrenador). El compañero pone sus dos manos en el balón y tira de él. Después vuelve a ponerla en las manos del jugador. Hacerlo cinco veces y luego cambiar los roles.
  • Cambiar el balón: con jugadores pequeños es importante usar un balón que sea del tamaño adecuado para ellos. Un balón tamaño N.º 5, o incluso N.º 3, puede ayudar a que los jugadores agarren confianza.