Varios estudios han confirmado que los niños participan principalmente en los deportes para divertirse. Las siguientes son las razones que generalmente argumentan los niños:

  • Para divertirse
  • Para aprender nuevas habilidades
  • Para estar con amigos
  • Para hacer algo en lo que soy bueno
  • Para mantenerse en forma

La principal razón por la que los niños dejan de practicar un deporte es que no se divierten, y rara vez clasifican el hecho de “ganar” como un factor importante para practicar un deporte. No necesariamente significa que ganar no es importante para ellos, es solo que no es la razón por la que participan en el deporte. De hecho, algunos estudios indican que los alumnos de escuelas secundarias prefieren jugar en un equipo que pierde en lugar de estar en el banco como suplentes de un equipo que gana.

Claramente, un entrenador que toma decisiones solo para ganar partidos (p. ej. tiempo en la cancha) podría desalentar a los jugadores de participar en un deporte. Con frecuencia, cuando se entrena a atletas jóvenes, la presión de ganar provendrá de los padres más que de los jugadores, y puede ser difícil para un entrenador lidiar con esto.

Una estrategia es que el entrenador se asegure de que los padres vean mejoras en los jugadores y el equipo, porque los padres solo evalúan el éxito según el marcador. El entrenador también debe dejar en claro cuál es su estrategia (p. ej. darles a los jugadores jóvenes el mismo tiempo de juego), de manera que los jugadores (y los padres) puedan decidir si desean participar en esa estrategia.

Incluso los atletas profesionales suelen rendir mejor si disfrutan de la experiencia y si están en un ambiente en el que aprenden y desarrollan sus habilidades. No hay un momento específico en el que ganar se convierta en la principal motivación para los jugadores, y siempre es bueno que el entrenador analice con los jugadores por qué son parte del equipo y qué desean obtener de este.