¿Qué significa para el baloncesto tener buen estado físico?

Estado físico es un término genérico que básicamente significa la habilidad que tiene una persona para realizar una determinada tarea. En el caso de los jugadores de baloncesto, significa la habilidad de mantener en el último cuarto de un partido el mismo, o casi el mismo, nivel de rendimiento que tenían al inicio del partido.

Una cancha de baloncesto es relativamente pequeña (28 m x 15 m) y en la actualidad este deporte se juega en cuartos de 10 minutos. Un partido dura aproximadamente una hora y media.

En todo momento en la cancha son cinco los jugadores (por equipo) que participan y se permiten un número ilimitado de sustituciones, siempre y cuando un jugador no haya acumulado las cinco faltas ni haya sido descalificado de otro modo.

Los equipos tienen una cierta cantidad de tiempos muertos permitidos; esto implica una interrupción del juego de un minuto. Existen también durante el partido oportunidades considerables de descanso tanto activo como pasivo durante las interrupciones del juego (que generalmente son muy cortas; por ejemplo, cuando se pita una falta, etc.), los tiempos muertos, las sustituciones y los intervalos entre cuartos.

El juego del baloncesto consiste en una serie de movimientos explosivos (p. ej., saltar para alcanzar un rebote, correr a toda velocidad de una punta a la otra de la cancha, hacer un paso rápido para desbordar a un defensor o impedir el avance de un jugador). Cada una de estas acciones de "máximo esfuerzo" normalmente dura entre 5 y 10 segundos. El juego en general consiste en una actividad casi constante, aunque a menudo esta implica menos que el máximo esfuerzo. Las fases de juego (entre las interrupciones) raramente duran más de 3 minutos, si bien es posible que la interrupción sea corta (p. ej., un jugador puede obtener un receso de 10 segundos mientras se señala una falta al banquillo).

Si bien existen diferentes posiciones de juego, cada una exige niveles similares de energía. Todos los jugadores deben ser capaces de "subir y bajar la cancha" y del mismo modo deben poder defender un jugador, desbordar al jugador hacia el balón y hacer que rebote el balón.

Por lo tanto, los jugadores de baloncesto realmente necesitan un buen acondicionamiento "aeróbico"; sin embargo, este no debe desarrollarse a costa de ser capaz de moverse rápida y explosivamente.

Consejos básicos para mejorar el estado físico para el baloncesto

Los entrenadores de jugadores jóvenes deben incluir actividades que ayuden a sus atletas a mejorar sus niveles de estado físico. Los entrenadores deben tener en cuenta lo siguiente:

  • Las carreras largas y con mismo ritmo no son particularmente útiles para los baloncestistas. En su lugar, el estado físico aeróbico debe desarrollarse usando un entrenamiento "de intervalos" en el que se combinan esfuerzos máximos incorporados a ejercicios de mayor duración.
  • Realizar actividades en la cancha que reproduzcan las condiciones o los movimientos del partido para desarrollar un "buen estado físico" para el baloncesto; por ejemplo, actividades de tiro en bandeja usando toda la cancha con tablero, ejercicios de ataque o defensa que requieran un esfuerzo de 2 a 3 minutos sin interrupción.
  • Incluir rebotes y otros movimientos explosivos en todas las sesiones de entrenamiento.
  • Utilizar en la práctica interrupciones que reproduzcan el tipo de interrupciones que se dan en un partido: 1 minuto por un tiempo muerto, 2 minutos al finalizar el primer y tercer cuarto, o según sean las reglas locales.

Para desarrollar el buen estado físico, es posible que los entrenadores necesiten llevar a cabo una sesión de práctica por separado (focalizada en el estado físico) o dar a los atletas actividades que pueden realizar por su cuenta.

Muchos entrenadores recomiendan que los jugadores realicen trabajos para alcanzar un buen estado físico "sin los pies en el suelo"; por ejemplo, andar en bicicleta o nadar, para descansar las piernas.

Tales actividades son beneficiosas para el baloncesto (a pesar de que no incluyen ningún movimiento del baloncesto) siempre y cuando el jugador las realice en el nivel de intensidad correcto.

Una buena forma para que los jugadores verifiquen esto es medir la frecuencia cardíaca durante la actividad. Puede hacerse contando las pulsaciones durante 10 segundos y luego multiplicando este valor por 6 para obtener la frecuencia cardíaca "por minuto".

Un jugador debería aspirar a tener una frecuencia cardíaca de entre el 65 y el 86 % de su frecuencia cardíaca máxima, la cual, en el caso de los adolescentes, es de aproximadamente entre 140 y 180 pulsaciones por minuto.

Es importante controlar la frecuencia cardíaca, particularmente cuando se realizan actividades como el ciclismo en las que el jugador continúa en movimiento aun sin hacer esfuerzo (cuando no esté pedaleando).

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La frecuencia cardíaca máxima suele aproximarse a 220 menos la edad del jugador.