El efecto de la falta de sueño

De acuerdo con los datos disponibles, existen dos fenómenos. En primer lugar, la falta de sueño debe ser superior a las 30 horas para que afecte el rendimiento; en segundo lugar, afecta el rendimiento en mayor medida si el ejercicio se lleva a cabo en episodios constantes o repetidos en lugar de un solo esfuerzo máximo.

La mayoría de los atletas son más propensos a tener crisis agudas de falta de sueño parcial si pierden varias horas de sueño durante noches consecutivas.

De acuerdo con la documentación disponible, la falta de sueño parcial no afecta el rendimiento en los esfuerzos máximos; sin embargo, es posible que genere una disminución de los esfuerzos submáximos repetidos, lo cual es una inquietud para los jugadores de básquetbol debido a que este conlleva la repetición de esfuerzos submáximos.

Los beneficios de dormir siestas

Es posible que las siestas breves sean beneficiosas para los atletas que tienen un cierto grado de pérdida del sueño, especialmente si deben completar una sesión de entrenamiento por la tarde o noche. Las siestas pueden ser beneficiosas para los atletas que se levantan temprano todos los días para entrenar o competir y para los que sufren de falta de sueño.

Existen datos que respaldan la teoría de que aumentar la cantidad de horas de sueño de un atleta puede mejorar su rendimiento significativamente.

Recomendaciones prácticas

  • Mantener un ciclo o una rutina regular de sueño y vigilia.
  • Crear un ambiente cómodo, tranquilo, oscuro y con una temperatura controlada en el dormitorio.
  • No consumir alcohol, cafeína, comidas abundantes y grandes volúmenes de líquido antes de irse a dormir.
  • Usar una lista o un diario de “cosas por hacer” para garantizar la organización y no pensar de forma innecesaria mientras se trata de dormir.