El entrenador puede representar al club en muchos foros, tales como entrevistas con los medios, presentaciones en clínicas de entrenadores y durante los partidos, y el contrato del entrenador (o el código de conducta, cuando es voluntario) generalmente exigirá que el entrenador no “desprestigie” al club (ni al deporte).

Como representante del club, el entrenador no debe contradecir las decisiones tomadas por el club y si el entrenador no está de acuerdo con alguna decisión debe plantearlo por los canales adecuados en el club. Pero todos sus comentarios en público deben respaldar la decisión adoptada. En particular, si una decisión se considera polémica los medios a menudo harán preguntas pensadas para que el entrenador discrepe y, de esa manera, generar controversia. Esas preguntas pueden contestarse reiterando que el club ha tomado la decisión.

El entrenador debe entender que incluso si su intención es dar una opinión personal, en ocasiones la gente de todas formas la relacionará con el club. Esto es especialmente importante en las plataformas de redes sociales (tales como Twitter o Facebook), y el entrenador debe tener en cuenta que todo lo que publique será leído como si lo publicara en representación del club.