El primer paso para planificar la temporada es identificar en un calendario las fechas clave, tales como las siguientes:

  • la fecha de comienzo y de fin de la temporada (incluidas las fechas en las que comienzan y terminan las finales o las eliminatorias);
  • la fecha en la que comienzan las prácticas;
  • la fecha de selección del equipo (en particular, si se están realizando pruebas);
  • las fechas en las que se pueden programar sesiones de práctica (esto puede depender de la disponibilidad de la cancha); y
  • el cronograma de partidos (una vez conocido) y posibles viajes (que a menudo dependerán de cómo viaje el equipo: en autobús, auto particular, avión, etc.).

El entrenador puede incluir en el calendario otras fechas importantes que puedan afectar la disponibilidad suya o de los jugadores (p. ej., compromisos de representación, vacaciones escolares).

Por último, el entrenador puede incluir en el calendario otras fechas tales como las siguientes:

  • otros partidos que desee “estudiar”;
  • disponibilidad de lugares (en particular, si hay períodos en los que los lugares no están disponibles);
  • factores que impacten sobre la preparación para los partidos (p. ej., si el partido será televisado, si los equipos no pueden ingresar a la cancha en ciertos horarios o si tienen otros compromisos con los medios); y
  • fechas de pretemporada o fuera de temporada (en particular, si los jugadores participarán en programas o serán supervisados durante esos períodos).

A partir del calendario, el entrenador podrá determinar lo siguiente:

  • la cantidad de entrenamientos que habrá;
  • los compromisos que coincidan (ya sea del entrenador o de los jugadores); y
  • la posible carga física que tendrán los jugadores durante la temporada.

El entrenador debe establecer el “programa técnico” para el equipo y para los jugadores individuales: qué quiere enseñar y cuándo lo hará. Si bien el entrenador podría querer tener todo en orden antes del primer partido, a menudo no es posible y debe armar un orden de prioridad para presentar las diferentes tácticas y estrategias.

Cuando sea posible, el entrenador debe trabajar con otros miembros del personal (p. ej., los entrenadores de acondicionamiento físico) para completar el plan de la temporada. Como con cualquier plan, el entrenador debe revisar el plan a medida que avanza la temporada y hacer los cambios que sean necesarios.