Sin embargo, los entrenadores deben brindar programas específicos para jugadores únicamente si tienen conocimiento en el área en cuestión. La mayoría de los entrenadores carecen de los conocimientos necesarios.

Los entrenadores que no tengan experiencia deben buscar ayuda de otros entrenadores que estén debidamente calificado en materia de fortaleza y acondicionamiento físico.

El entrenador debería reunirse con los expertos para asegurarse de que entiendan bien el deporte del básquetbol y la posición del jugador, de forma tal que puedan diseñar un programa apropiado.

El entrenador debe trabajar con el experto y debe conversar específicamente sobre los siguientes aspectos:

  • Los horarios del jugador: cuándo comienza y termina la temporada, y la carga de entrenamiento del jugador en las diversas etapas del programa.
  • La carga de trabajo del jugador: es posible que el entrenador necesite reducir la carga de trabajo del entrenador en momentos de mucha actividad para mejorar la fortaleza y la condición física;
  • Incorporar trabajos de fuerza y acondicionamiento en las prácticas: sea que esto lo haga el experto durante el entrenamiento o que simplemente dé instrucciones al entrenador;
  • Los minutos que el atleta jugará durante la temporada, ya que es posible que su programa de acondicionamiento específico necesite ser modificado: por ejemplo, un jugador que juega sólo unos minutos por partido requiere un programa de acondicionamiento que mantenga las "condiciones del juego".

Si bien los jugadores podrían tener programas distintos, suele ser buena idea que los jugadores entrenen con otros compañeros de equipo, ya que esto puede mejorar su nivel de motivación y también fomentar la creación de "lazos" entre los compañeros de equipo. Especialmente en pretemporada, el entrenador debería reservar tiempo en la programación de trabajo dentro de la cancha para ayudar a los jugadores a completar otros aspectos de su entrenamiento.

Algunas ventajas particulares de un programa individualizado son:

  • Puede adaptarse específicamente a las necesidades de cada jugador, en función de su condición física actual, el papel que tiene en el equipo y el estilo de juego del entrenador.
  • Todos los jugadores tendrán niveles distintos de flexibilidad y movilidad articular (lo que es un reflejo de sus características genéticas y cualquier antecedente de lesiones o rehabilitación), y pueden seleccionarse ejercicios para mejorar dichos factores sin dejar de tomar en cuenta las limitaciones del caso;

Puede incorporarse en movimientos "específicos del deporte";

  • Permite fijar metas ajustadas según "normas" objetivas (cuando hay datos disponibles) y metas que se fijan en función de la situación de cada atleta. En general, el atleta considerará que estas últimas son más realistas y alcanzables;
  • El plan reflejará el nivel de experiencia y competencia de cada atleta. Por ejemplo, por lo general es mejor que los atletas eviten usar máquinas de peso hasta que hayan dominado las técnicas básicas y desarrollado la fortaleza necesaria para usar máquinas de ese tipo.