Entrenar jugadores para que jueguen en una liga generalmente significa que su equipo:

  • Juega en una competencia que se extiende por un período de tiempo relativamente largo (el período exacto depende en gran medida de la liga de que se trate). La temporada generalmente tiene cuatro fases distintas:
  • Pretemporada;
  • Temporada (partidos "de local" y "de visitante");
  • Eliminatorias (finales);
  • Fuera de temporada (cuando los jugadores continúan trabajando con el equipo o se involucran en otros programas (p. ej., otras ligas o partidos con la selección nacional) o toman un descanso;
  • Juega la mitad de los partidos como local, lo que podría implicar una mayor cantidad de factores de distracción que cuando el equipo está jugando "de visitante";
  • Juega contra los mismos oponentes varias veces durante la temporada;
  • Generalmente tiene algunos días de descanso entre cada partido;
  • Podría ser necesario que viaje entre partidos, y el viaje podría ser inmediatamente antes del partido o implicar distancias considerables;
  • Cuando termina la temporada, además del total general de partidos ganados y perdidos, los resultados contra un equipo específico podrían determinar la posición del equipo en la tabla.

El tiempo que un entrenador dedique a la preparación dependerá en gran medida del equipo. Un equipo juvenil probablemente practique una o dos veces por semana, mientras que un equipo profesional practicará todos los días.

A pesar de esas diferencias, es necesario tomar en cuenta el contexto de entrenar como parte de una liga frente a entrenar para un torneo.

Captación de jugadores y formación del equipo

Los entrenadores deben solicitar al club que les aclare qué nivel de control tendrá el club en cuanto a la selección de jugadores. En algunos contextos (p. ej., un equipo profesional) es posible que el entrenador participe activamente en captar jugadores, mientras que en otros casos (p. ej., un equipo juvenil), el entrenador posiblemente no capta jugadores activamente y en lugar de eso debe armar un equipo a partir de los jugadores que expresan interés en jugar.

Al armar un equipo, el entrenador debería:

  • No hacer ninguna promesa sobre el "tiempo en la cancha" que el jugador tendrá;
  • Hablar con los posibles jugadores sobre el

rol en el equipo que cree que el jugador podría tener;

  • Considerar la posibilidad de involucrar a los jugadores para que ayuden a captar a otros jugadores;
  • Tener en cuenta la etapa de desarrollo del equipo (¿es una meta realista llegar a una final en un futuro cercano?) y diseñar una estrategia (aprobada por el club) para hallar un equilibrio entre jugadores con experiencia y jugadores principiantes que tengan potencial para llegar a un alto nivel en años futuros, pero no necesariamente de forma inmediata;
  • Determinar el estilo de juego que cree que tendrá éxito en la liga y captar jugadores que se desempeñen bien en ese estilo de juego;
  • “Captar a personas, no a jugadores”: tomarse el tiempo necesario para conocer las personalidades de los posibles jugadores, y aceptar en el equipo a aquellos que se adapten a la cultura del club y las personalidades del entrenador y el equipo;
  • “Escuchar las opiniones de otros, pero tomar su propia decisión”: los entrenadores deberían consultar con otros entrenadores, gerentes y administradores con respecto a posibles jugadores, si bien en última instancia es el entrenador quien tendrá que tomar su propia decisión en cuanto a los jugadores que incorporará al equipo.

La principal diferencia entre captar jugadores y armar un equipo es que el entrenador que está captando jugadores puede concentrarse más en identificar a los jugadores que se adaptan a un estilo específico de juego. Al armar un equipo, con frecuencia, lo mejor es elegir el estilo de juego luego de haber incorporado a los jugadores.

Al armar un equipo, los entrenadores deberían:

  • “No seleccionar a los jugadores en función de lo que pueden hacer ahora, sino según lo que el entrenador crea que podrán hacer en el futuro"; esto incluye reflexionar sobre cuán "entrenable" es un jugador y cómo se ajustará a la cultura del equipo;
  • Dejar claro cuál será el proceso de selección (y ajustarse a él);
  • Valerse de actividades de evaluación poco complicadas siempre que sea posible; muchos entrenadores se valen de actividades o patrones de juego "complejos", lo cual podría favorecer a los jugadores que ya conocen el programa;
  • Ser metódico y tomar notas para asegurarse de que todos los jugadores hayan sido evaluados;
  • Pedir opinión a otros entrenadores;
  • Pasar más tiempo con jugadores que anteriormente no hayan entrenado (algunos clubes tienen una fase inicial de pruebas específicamente diseñada para jugadores que no hayan participado antes).

Especialmente al armar un equipo, los entrenadores deben estar preparados para hacer apreciaciones a los jugadores que no hayan sido seleccionados, y en el caso de los jugadores juveniles los comentarios deberían indicarles en qué áreas deben seguir mejorando. Al hacer este tipo de comentarios, el entrenador no debería hacer comparaciones entre jugadores, sino que debería limitar sus comentarios al jugador en cuestión.

Juego de pretemporada

La duración de la pretemporada varía según el equipo. Frecuentemente se reduce al período que pasa entre que el equipo queda armado y el primer partido.

La pretemporada es un momento importante para lo siguiente:

  • Mejorar la capacidad aeróbica;
  • Implementar una estructura ofensiva y defensiva básica, lo que incluye:
  • Transición: ofensiva y defensiva;
  • Media cancha: ofensiva y defensiva
  • Disminuir la presión: ofensiva
  • “Experimentar” con diferentes estilos de juego o diferentes roles para los jugadores. También puede ser una buena oportunidad para evaluar a nuevos integrantes del equipo, así como para ver qué jugadores han evolucionado en su juego;
  • Comenzar a "analizar" a sus oponentes, especialmente en lo referido al estilo de juego que prefieren y las características de sus jugadores más importantes.

Especialmente en el caso de equipos juveniles, la estructura ofensiva y defensiva puede ser muy simple. Por ejemplo:

  • La transición ofensiva podría reducirse a

(a)    “correr por los carriles” (tan rápido como sea posible),
(b)    pasar el balón hacia delante, y
(c)    juego 2 contra 1 y 3 contra 2.

  • De manera similar, la transición defensiva podría ser

(a)     “Enredar” al rebotador (hacer que le sea difícil efectuar un pase rápido),
(b)    defender la canasta primero, y
(c)    poner presión sobre quien lleva el balón.

Preparación del equipo: el "cuándo" es igual de importante que el "qué"

Debido a que las ligas se disputan a lo largo de varias semanas o meses, frecuentemente por períodos mucho más largos que cualquier fase de pretemporada que el entrenador tenga con el equipo, no es necesario que el entrenador enseñe absolutamente todo antes del primer partido.

En su plan, el entrenador debería determinar en qué momento se introducirá cada uno de los diversos conceptos, lo cual podría incluir presentar algunos luego del inicio de la temporada.

Es un error que los entrenadores trabajen primero en formaciones ofensivas estructuradas sin estar seguros de que los jugadores tienen claras las nociones fundamentales necesarias para funcionar con eficacia en la formación.

Obviamente, el sistema y estructuras que el entrenador practique antes del inicio de la liga dependerán de las habilidades y experiencia del equipo.

Algunos entrenadores también optan por no aplicar varios aspectos de su estrategia en las primeras fases de la temporada, de forma tal que los equipos que los están "analizando" no vean todas las estrategias que podrían utilizar.

Si bien esta es una táctica legítima, los entrenadores no deberían olvidar que con frecuencia, cuando un equipo juega en una situación competitiva, el entrenador verá diferentes cosas en las cuales es necesario trabajar, independientemente de lo que vea en las prácticas. Esto podría deberse a que durante las prácticas todos los jugadores saben lo que el equipo está haciendo y, en consecuencia, hacen "trampa", o reaccionan a lo que se supone que sucede, en lugar de a lo que realmente sucede.

Por lo tanto, si el entrenador desea mantener en "secreto" algunos aspectos de su juego durante las primeras etapas de la temporada, debería buscar otras oportunidades competitivas para poner en práctica esos aspectos, posiblemente recurriendo a otro equipo (u otros jugadores) con el cual puedan practicar la estrategia en cuestión.

Cómo prepararse para enfrentarse al mismo oponente varias veces

Debido a que los equipos se enfrentan a los mismos oponentes varias veces durante la temporada, el sistema de ligas brinda una oportunidad para prepararse bien. Sin embargo, es importante no dar por sentado que un oponente jugará de la misma manera que lo hizo en el encuentro anterior, debido a que:

  • Podrían aplicar distintos patrones de juego a lo largo de la temporada;
  • Podrían cambiar de táctica en función de lo que dio resultado (o no) la última vez;
  • El último partido podría haber sido especialmente bueno (o malo);
  • Los roles de cada jugador podrían haber cambiado debido a lesiones, forma física (buena o mala) u otros factores.

En consecuencia, los entrenadores deberían seguir analizando a sus oponentes, aun si no es la primera vez que se enfrentan a ellos, a través de vídeos, estadísticas y las notas tomadas luego del último partido (o serie de partidos).

Al prepararse para jugar nuevamente contra un oponente, el entrenador debería revisar:

  • Lo que funcionó bien en el encuentro anterior (p. ej. estrategias específicas de bloqueo, tipos de defensa);
  • Qué ritmo prefirió el oponente y cómo intentó influir en el ritmo;
  • De qué manera el oponente defendió los aspectos clave de la ofensiva del equipo;
  • Si hubo algún "emparejamiento" específico en el que el equipo tuviera alguna ventaja o desventaja particular.

Al final de la temporada, la posición en la tabla podría depender del "reparto" entre equipos. Los entrenadores deben estar familiarizados con las reglas específicas de la liga en la que juegan, si bien con frecuencia, cuando los equipos tienen los mismos resultados (es decir, cantidad igual de partidos ganados y perdidos), el equipo que haya ganado la mayor cantidad de partidos entre los dos, o que tenga la mayor diferencia de puntos, estará más arriba en la tabla. Es por eso que cada partido es importante.

Análisis del desempeño y cambio de táctica

Los entrenadores evalúan de forma constante a su equipo y deberían dedicar prácticamente el mismo tiempo a trabajar con su equipo que el que dedican a "analizar" a próximos oponentes. Su análisis no debería reducirse a considerar la escala de posiciones o los partidos perdidos y ganados, sino que debería determinar de qué manera está rindiendo el equipo y cada jugador.

Cuando un equipo no está jugando bien, el entrenador debe determinar si:

(a)    Las tácticas elegidas para el equipo son adecuadas (si bien no necesariamente alcanzan el estándar necesario); o
(b)    Es necesario cambiar las tácticas del equipo.

Algunos factores que deben tenerse en cuenta al tomar estas decisiones son:

  • Cualquier lesión que el equipo haya experimentado;
  • El nivel de comprensión del jugador sobre las tácticas;

Los atributos físicos y habilidades de los jugadores individuales del equipo (especialmente frente a otros equipos en la liga);

  • Los objetivos de éxito para el equipo (¿se trata de objetivos a corto plazo (p. ej., ganar el campeonato esta temporada) o a largo plazo (preparar al equipo para ser competitivo dentro de un plazo específico?);
  • El tiempo de que dispone el entrenador para introducir los cambios (esto incluye dos aspectos: en qué etapa están de la temporada y cuán a menudo entrenan).

Lo anterior no es una guía exhaustiva para determinar si un entrenador debería cambiar de táctica, ni qué cambios debería introducir. No es necesario que los cambios eliminen completamente lo que el equipo había preparado, y en su lugar el entrenador podría considerar lo siguiente:

  • Cambiar la alineación inicial o el patrón de sustituciones;
  • Ser más rígido en cuanto a las opciones que el equipo puede usar y en qué momento las usará (por ejemplo, usar un "inicio" particular antes de pasar al movimiento ofensivo);
  • Cambiar los roles de los jugadores (p. ej., mover a un jugador base a la posición de escolta);
  • Dar preferencia a opciones particulares dentro de los esquemas ofensivos y defensivos del equipo (p. ej., optar por "ir abajo" al defender bloqueos sobre balón).

Eliminatorias

Cada liga tiene diferentes formatos para alcanzar las finales. Los equipos podrían jugar según el sistema de "muerte súbita" (es decir, el ganador de un partido pasa a la siguiente ronda), o podrían jugar una serie (es decir, el primer equipo que gana cuatro partidos avanza a la siguiente ronda).

Independientemente del formato, es probable que se enfrente al mismo oponente varias veces y, en consecuencia, al prepararse debe tomar en cuenta los siguientes aspectos:

  • Qué fue lo que dio resultado contra el oponente la última vez (p. ej., emparejamientos entre jugadores, ritmo o patrones de juego) y qué ajustes podrían introducir;
  • En qué áreas tuvieron una ventaja en el encuentro anterior (p. ej., emparejamientos entre jugadores, ritmo o patrones de juego) y qué ajustes pueden introducirse para contrarrestar dicha ventaja;
  • Si el oponente ha modificado su manera de jugar desde el último encuentro;
  • Cuál ha sido el rendimiento reciente de los jugadores oponentes y, en especial, si es probable que ocupen roles distintos (sea en la cantidad de tiempo en la cancha o la posición que ocupen) frente al último encuentro.

Al prepararse para las eliminatorias, los entrenadores deben intentar prever los cambios en las tácticas del oponente y, si bien existen datos objetivos (p. ej., lo que el oponente ha hecho en otros partidos), también hay un aspecto de especulación. Además de ver los partidos anteriores del oponente (lo cual puede ser difícil, especialmente en el caso de equipos juveniles), el entrenador puede considerar los siguientes aspectos para detectar posibles cambios en las tácticas:

  • Identificar a jugadores oponentes que tengan un mayor promedio de tiros por partido cuando juegan contra otros oponentes; podrían efectuar más tiros en la ronda eliminatoria que al jugar contra ellos en la temporada;
  • Qué equipos en la liga presentan las mayores similitudes y de qué manera el oponente se enfrentó a ellos; cualquier diferencia en las tácticas también podría usarse en las eliminatorias.

Otros factores que el entrenador debería tener en cuenta son:

  • En la máxima medida posible, mantener la misma rutina en la fase de eliminatorias que en la temporada; una preparación metódica lleva a buenos resultados;
  • “Controlar lo que puede controlarse”: con frecuencia las fases eliminatorias implican un menor tiempo de recuperación entre partidos, más viajes y más compromisos con los medios, lo que fácilmente puede transformarse en una excusa para un bajo rendimiento. Sin embargo, los equipos de élite no permiten que cosas fuera de su control afecten su rendimiento, y no permiten que ningún miembro del equipo sugiera otra cosa.

Rendimiento máximo

Las temporadas (incluidas las pretemporadas) con frecuencia son extremadamente largas y por lo común es difícil (si no imposible) jugar al máximo rendimiento durante todo el periodo. De hecho, una de las características de los equipos de élite es su capacidad de ganar aun cuando no juegan bien.

Obviamente, el equipo siempre quiere jugar al máximo al final de la temporada, pero los entrenadores deberían evitar poner demasiado énfasis en esto, ya que primero el equipo debe llegar a las eliminatorias. Es importante recordar que parte de preparar a un equipo para rendir al máximo en la final es esperar que el rendimiento varíe durante la temporada, y no olvidar que un mal resultado no significa un "desplome".

Algunas técnicas útiles para preparar al equipo para rendir al máximo al final de la temporada son:

  • Fijar objetivos y medidores que estén dentro del control del equipo para evaluar el desempeño. Por ejemplo, un equipo defensivo no puede controlar la eficacia de los tiros del oponente, pero sí puede controlar si intentará interceptar cada tiro que efectúe el oponente. El equipo podría perder, pero haber defendido todos los tiros, o podría ganar, pero haber defendido menos de la mitad de los tiros.

La confianza posiblemente sea el elemento más importante al determinar si un equipo (o jugador) tiene éxito, y sentir que se tiene el control del desempeño es un aspecto muy importante de la confianza.

  • Dar a los jugadores oportunidades de descanso durante la temporada, las cuales deben programarse tomando en cuenta el asesoramiento del equipo de acondicionamiento físico;
  • Hacer que el equipo de acondicionamiento físico trabaje con los jugadores que tienen menos tiempo en la cancha para mejorar todos sus atributos, con el objetivo de mantenerlos "listos para jugar";
  • Asegurarse de que los jugadores entiendan la importancia de la recuperación física y de que hagan las actividades necesarias para lograrlo (por sí mismos o como equipo);
  • Respetar las diferencias entre los jugadores; algunos jugadores querrán estar en el club todo el día, todos los días. Otros harán el mínimo, pero igualmente valoran el tiempo que están fuera del club;
  • Animar a los jugadores a tener una vida fuera del básquetbol y darles suficiente tiempo para que se ocupen de esos intereses (incluida la familia);
  • Dar a los jugadores oportunidades de "descanso" psicológico durante la temporada. Haga que entrenadores asistentes o jugadores con experiencia se encarguen de algunas sesiones (tanto dentro como fuera de la cancha) y programe descansos adecuados durante la temporada;
  • Incluya actividades de “capacitación múltiple” durante la temporada, en las que los jugadores desarrollen actividades distintas al básquetbol. Por ejemplo, muchos de los principios del juego son similares en otros deportes de invasión (p. ej., hockey, fútbol), y valerse de actividades de ese tipo no será una pérdida de tiempo y le dará al equipo un "descanso" durante la temporada.

Análisis de oponentes

"Analizar" a los oponentes es simplemente recabar información sobre ellos. En una liga, una de las formas más efectivas de "analizar" a un oponente es jugar contra él, por lo que el entrenador debería tomar notas al final de cada partido para poder revisarlas antes de jugar otra vez contra ese oponente.

Analizar a un oponente implica tres aspectos bien diferenciados:

  1. Recabar información sobre el oponente;
  2. Decidir qué hará su equipo en función de la información obtenida;
  3. Presentar los resultados del análisis a su equipo.

Cómo recabar información sobre un oponente

Existen muchas maneras de obtener información sobre un equipo, por ejemplo:

  • Hablar con colegas que sean entrenadores en la liga y hayan jugado contra dicho equipo;
  • Analizar estadísticas y resultados de partidos;
  • Artículos en periódicos o información provista por la liga (p. ej., en un sitio en internet);
  • Consultar con sus propios jugadores; podrían conocer a algunos de los jugadores del otro equipo
  • Ver al equipo.

Cuál de estas tácticas aplicará dependerá en gran medida de la liga a la que pertenezca, los recursos a disposición de su club y de cuánto tiempo disponga. La mayoría de los entrenadores (si tienen tiempo) prefieren ver al oponente jugar "en vivo".

Las grabaciones de vídeo no siempre toman toda la cancha (especialmente en transmisiones televisadas, que se concentran en el balón), y también es difícil escuchar lo que los entrenadores o jugadores dicen durante el partido (p. ej., al dar la orden para una jugada).

A continuación se mencionan algunas cosas que deben tomarse en cuenta al ver jugar a un futuro oponente:

Mire el calentamiento del equipo. Es una buena forma de determinar qué jugadores son diestros y cuáles son zurdos, y es una indicación de cuán bien tiran desde el perímetro.
Tome nota de los jugadores que comienzan en cada cuarto y de las primeras (una o dos) sustituciones en cada cuarto
Al principio observe el juego sin tomar demasiadas notas, y procure concentrarse en las tendencias que el equipo exhibe (p. ej.: ¿qué tipo de esquema defensivo aplican? ¿Es agresivo?)
Prepare un documento simple de "análisis" para poder tomar notas con rapidez (puede utilizar casillas de marcar para determinar tendencias o conceptos de juego).
Utilice los tiempos muertos y otros cortes para tomar notas.
Tome nota de cualquier situación particular de juego y cuál fue su reacción (p. ej., 10 puntos abajo con pocos minutos restantes, y el equipo adopta una táctica de presión toda la cancha).

Escuche y vea si puede escuchar cómo se da la orden para las jugadas

NO

No se comporte como un "hincha"; simplemente observe y analice el partido.

Al analizar a un oponente, lo primero que debe determinar es: ¿qué está haciendo el equipo?

En segundo lugar: ¿qué impacto podría tener eso en su equipo? Ejemplo de formulario de análisis:

Oponente

¿Debemos tomarlo en cuenta?

Defensa del equipo

“Defensa “individual”

¿Agresiva o pasiva?

¿Presión sobre el balón?

¿Llegan a la “línea de división”?

¿Rotan para “ayudar al ayudante”?

¿Bloqueo?

¿Atrape de jugadores del poste?

negar vías de pase

pase rápido para iniciar el contrataque

bloqueos sobre balón de jugadores base (intercambio, doble, a través, por encima o presión)

bloqueos sin balón de jugadores base (intercambio, a través, por debajo o por encima)

Defensa en zona

alineación

¿Atrape?

¿Niegan el área de línea de tiro libre?

¿Niegan la esquina corta?

¿Son fáciles de bloquear?

Defensa de presión

alineación

punto de recogida

áreas de atrape

desencadenante (tiro libre, tiempo muerto, anotación)

El cuadro está diseñado de tal forma que el entrenador pueda "marcar" la casilla sombreada cuando ve una estrategia defensiva en particular o puede tomar una nota breve (p. ej., puede escribir "." en la casilla sombreada si el punto de recogida de una estrategia de presión está a mitad de camino).

En la última columna, el entrenador puede escribir notas sobre lo que su equipo podría hacer para responder a esa táctica defensiva. Puede utilizarse un cuadro similar para la estrategia ofensiva del equipo, especialmente tomando en cuenta lo siguiente:

  • Contrataque: ¿buscan contratacar? ¿Cuál es el factor desencadenante?
  • Media cancha: ¿cuál es la alineación? ¿Cuán bien mueven el balón? ¿Cortan bien?
  • Formaciones ofensivas: ¿utilizan una formación en especial? (p. ej., “Flex” o “Cuernos”). ¿Cómo se comunican en cuanto a qué jugada usar? (señales verbales o visuales)
  • Ritmo: ¿son un equipo controlado o prefieren jugar con un ritmo rápido?
  • ¿Persiguen los rebotes ofensivos (jugadores base, pívots)?
  • ¿Están organizados contra la defensa por zona? ¿Buscan tiros por dentro o por fuera?
  • ¿Qué tipo de bloqueos utilizan? ¿Utilizan la estrategia de "bloquear al bloqueador"?

En lo relacionado con los jugadores individuales, el entrenador podría anotar:

  • ¿Cuál es la mano preferida?
  • ¿Son “tiradores” o “de penetración”?
  • ¿Buscan pasar el balón?
  • ¿En qué dirección prefieren penetrar? (Con frecuencia los jugadores diestros prefieren penetrar hacia la izquierda)
  • ¿Establecen bloqueos en situaciones de rebotes defensivos? ¿Persiguen los rebotes ofensivos?
  • ¿Son bloqueadores, o reciben bloqueos?
  • ¿Giran a la derecha o a la izquierda los jugadores del poste, o se colocan de frente a canasta?

Decidir lo que hará su equipo

Luego de ver jugar al oponente, el entrenador podría tener algunas ideas iniciales sobre emparejamientos o principios particulares de juego (p. ej., aplicar una defensa por zona o procurar aislar a un "emparejamiento" específico en la ofensiva).

El nivel de sofisticación que el entrenador aplique dependerá de la experiencia y nivel de habilidad del equipo. Por ejemplo, el entrenador podría haber observado que su próximo oponente no jugó bien contra una defensa en zona. Sin embargo, si su propio equipo no ha practicado este tipo de defensa, es posible que esa no sea la estrategia que deban usar.

La estrategia de juego del entrenador debería basarse en aquellas habilidades que su equipo ha estado practicando. La observación también podría impulsar al entrenador a presentar algunos principios de juego que planeaba presentar más adelante (p. ej., si un oponente aplica una defensa de presión en toda la cancha, el entrenador podría necesitar trabajar en una estrategia para "romper la presión").

Preparación del análisis

Al jugar como parte de una liga, por lo general, el entrenador tendrá algo de tiempo para preparar y presentar los resultados de su análisis al equipo; para que realmente sea provechoso, se recomienda que el entrenador se concentre en lo que el equipo hará, no en lo que hizo el oponente.

El entrenador debería resistir la tentación de contar todo lo que averiguó sobre el oponente (esto podría abrumar a algunos jugadores), y debería limitarse a presentar solo la información indispensable.

Los resultados del análisis pueden presentarse de diversas maneras, y el entrenador debería tomar en cuenta los diferentes estilos de aprendizaje de sus jugadores.

Presentación del análisis

Una vez presentada toda la información, el entrenador debe tener cuidado de no asustar al equipo, aun en aquellos casos en los cuales crea que es poco probable que su equipo pueda ganar. En esta situación, definir algunos objetivos clave (distintos al resultado final) puede ser beneficioso.

Por ejemplo, el entrenador podría establecer objetivos de rebotes, quitar al oponente la posesión del balón u otros aspectos del juego. De hecho, fijar un objetivo como estar no más de 4 puntos por debajo del oponente cada 5 minutos puede ser una buena idea. En un partido, este objetivo permitirá que el entrenador "reinicie" cada 5 minutos, independientemente del resultado general del partido.

Aun si el objetivo de estar "no más de 4 puntos" por debajo de oponente cada 5 minutos se alcanza, el equipo podría perder por 30 puntos, pero aumentará su confianza por haber alcanzado el objetivo.

Análisis escrito

El entrenador podría preparar notas para sus jugadores sobre el próximo partido e incluir en ellas información sobre el oponente o jugadores específicos, así como lo que su propio equipo hará (incluidos los emparejamientos que el entrenador prefiera). La cantidad de información incluida dependerá de la experiencia del equipo: cuanta más experiencia tenga el equipo, más información podrían querer los jugadores.

El entrenador podría analizar el informe durante una reunión de pre-práctica, pero no debería limitarse a leer el documento, ya que eso es algo que los jugadores pueden hacer por sí mismos. El entrenador debería brindar algunos datos clave y luego entregar el informe que respalda dichos datos.

Vídeos

Es posible que el entrenador haya podido obtener imágenes de vídeo del oponente y quiera mostrar al equipo algunas de sus tendencias (sea del equipo completo o de jugadores específicos). Al preparar este tipo de presentaciones el entrenador debería asegurarse de no dejar en sus jugadores la impresión de que el oponente es mejor.

Los atletas con experiencia podrían preferir ver el partido (en vídeo o en vivo), o parte del partido, por sí mismos. Si van a hacer esto, el entrenador debería fijar un encuentro para que los atletas hablen sobre lo que observaron (esto puede hacerse durante el medio tiempo). Durante esta conversación el entrenador debería asegurarse de que los puntos que él ha observado también se analicen, pero deberían ser los jugadores quienes más intervengan.

Por el contrario, en el caso de equipos juveniles lo mejor podría ser mostrarles un vídeo de ellos mismos en el que se vean ejemplos de las estrategias que deberán aplicar contra el oponente. El vídeo debería mostrar imágenes de ejecuciones correctas de dichas estrategias, y otras de ejecuciones que deben mejorarse.

Las sesiones de vídeo deben ser breves, y posiblemente sean más efectivas si se hacen por grupos pequeños y no con todo el equipo. Hasta en este último caso, la mayoría de los jugadores podrán concentrarse por entre 7 y 10 minutos.

Uso de un pizarrón

El entrenador también podría limitarse a hablar con el equipo sobre los resultados de su análisis del oponente, posiblemente valiéndose de un pizarrón para ilustrar cualquier principio de juego en particular. Nuevamente, estas sesiones deben ser breves y la prioridad debe ser lo que el equipo hará, no lo que hizo el oponente.

"Práctica guiada"

Durante la práctica, el entrenador puede valerse de distintas actividades para practicar las tácticas específicas que quieran emplear contra el oponente. Al hacer esto, es obvio que será necesario que el equipo juegue como su oponente probablemente lo haga. Sin embargo, en vez de invertir tiempo enseñando al equipo lo que hará el oponente, el entrenador debería enfocar la actividad en función de “lo que el equipo hará”.

Una sesión de "práctica guiada" es muy efectiva si refuerza conceptos que el equipo ya ha practicado. Es poco probable que presentar nuevos conceptos durante una sesión de este tipo sea efectivo, especialmente en el caso de atletas juveniles. 

Analizando a su propio equipo

Puede ser una buena idea que el entrenador "analice" a su propio equipo (o pida a un colega que lo haga), ya que esto puede brindarle información sobre el avance de sus jugadores hacia los objetivos generales.

Si el entrenador cuenta con un asistente, también puede ser útil fijar un partido de práctica en el cual el asistente dirija al equipo mientras el entrenador observa como espectador. Esto también puede brindar una oportunidad para ayudar al asistente a progresar en su profesión. También existe la posibilidad de que el entrenador asistente tome decisiones distintas a las que tomaría el entrenador, lo que le permitirá a este observar a los jugadores o al equipo en situaciones distintas.

Si opta por registrar los partidos de su equipo en vídeo, el entrenador debe pedir a la persona encargada de la filmación que no hable durante el partido (ya que el vídeo registrará los comentarios). Al mostrar el vídeo al equipo, el entrenador siempre debe bajar el volumen, ya que podrían escucharse comentarios que molesten a alguno de los jugadores.