Un enfoque alternativo a la enseñanza tradicional centrada en la técnica es adoptar un modelo de entrenamiento centrado en el juego[1], en el cual el énfasis se pone en actividades vinculadas con el juego y no tanto con la técnica. La estrategia central para aplicar un enfoque centrado en el juego es la siguiente:
  • valerse de actividades que enseñen primero la "naturaleza" del juego, para luego ir añadiendo las habilidades necesarias a un ritmo que los participantes puedan manejar;
  • hacer preguntas a los jugadores para estimular su capacidad de reflexión sobre el "juego" o actividad, lo que les permite descubrir cómo y cuándo aplicar las habilidades en el contexto del juego.
La estrategia de hacer preguntas a los jugadores puede ser particularmente difícil para los entrenadores que tienden a imponer su propio criterio y simplemente decir a los jugadores lo que hicieron mal. Los entrenadores que aplican este tipo de enseñanza lograrán desarrollar jugadores que serán capaces de "leer" mejor el juego y reflexionar en su propio rendimiento. Algunos beneficios que obtienen los jugadores cuando el entrenador adopta un enfoque basado en el juego son:
  • Promueve al máximo la participación y el aprendizaje a largo plazo
  • Los jugadores desarrollan la habilidad de entender mejor el juego, no de simplemente ser habilidosos como jugadores
  • Se contemplan los varios niveles de habilidad de los jugadores a través de actividades de complejidad variada a un ritmo que determinan los jugadores
  • Ayuda a los jugadores a entender mejor que las reglas son necesarias